Esperanza Brito de Martí
In Memoriam
Por Rotmi Enciso
En la madrugada del jueves 16 de agosto murió Esperanza Brito de MartÍ en su casa de Bosques de las Lomas.
La acompañaron sus cuatro hijas Maru, Adriana, Laura, Beatriz, sus hijos, Ramón y Fernando, sus tres nietas y sus tres nietos, que eran motivo especial de la sonrisa continua de sus ojos. Todos juntos en un solo abrazo para despedirla.
La acompañaron también su equipo fiel de la Revista fem Patricia González San German y Rosa María Jasso, las insistentes colaboradoras, sus amigas feministas y familiares.
La sala llena de flores siguió el compás de las canciones de su última serenata:
“Amor eterno”:
Eres la tristeza de mis ojos/ Que lloran en silencio por tu adiós…
“La flor de la canela”:
Airosa caminaba la flor de la canela/ Derramaba lisura y a su paso dejaba/Aroma de mixtura que en el pecho llevaba
“Ojala que te vaya bonito”
Cuantas cosas quedaron prendidas/ hasta dentro del fondo de mi alma/ cuantas luces dejaste encendidas/
Ojala…que te vaya…bonito...
El ultimo adiós con un aplauso fuerte y con las consignas feministas que ella misma repitió durante muchos años de su vida.
Esperanza deja muchas luces prendidas dentro del feminismo y la lucha por los derechos de las mujeres. La luz de la conciencia, la luz del derecho a tener derechos y sobre todo el derecho a decidir sobre nuestro propio cuerpo.
Durante una comida con sus amigas feministas se le ocurrió la idea de colocar bajo la placa oficial del Monumento a la Madre que versa “A la que nos amo antes de conocernos” una segunda placa con la consigna “Porque su maternidad fue voluntaria”.
Le encargó la misión de conseguirla a la periodista Cristina Renaud para que fuera del mismo tamaño y letra que la oficial.
Cristina obtuvo la placa y la guardó por meses debajo de su cama –según ella misma relata- hasta que se hicieran los arreglos para colocarla.
La placa fue instalada y celebrada por mucha gente pero a los pocos meses destruida misteriosamente. No se hallaron culpables. Pero esto no desanimo a Esperanza, muy al contrario organizó en grande la colocación de una nueva placa que hasta la fecha enaltece al monumento.
Esperanza era una adulta-joven que engañaba a todos con su actitud solemne.
Con su tono de voz implacable y sus manos que dirigían el mundo.
Mujer muy inteligente, claridosa y extremadamente divertida.
A la primera de cambios se reía a carcajadas haciendo el recuento con nombres y fechas de su historia de vida. De sus seres queridos que la marcaron por siempre, como su madre Esperanza Moreno de Brito de la cual descubrió el feminismo y su compañero Ramón Martí con el cual vivió el amor romántico, el amor de a de veras –como alguna vez afirmó- por 49 años.
Elegante; parte de su vestuario ella misma lo diseñaba y elaboraba.
Coleccionista de ranas, tenía cientos de ellas. ¿Su favorita? Aquella de la coronita dorada.
Carismática, bailadora de cumbia, celebraba cada día con múltiples cómplices. Porque eso si, ella tenía cómplices por todos los lados, por todos los ámbitos.
Esperanza fue una mujer feliz.
Amiga de buena oreja, compañera y traviesa. Una mujer muy querida y apreciada.
Una mujer que deja todas sus huellas tanto en la vida política de las mujeres como en el corazón de quienes tuvimos la buena suerte de tenerla en nuestra vida.
Comparto lo mismo que su hija Maru afirma, estoy segura que en este momento ella esta bailando y celebrando donde quiera que esté.
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Hoy 16 de Agosto del 2007 murió Esperanza Brito de Martí.
La acompañaron todas sus hijas, todos sus hijos, todas sus nietas y sus nietos,
el equipo de la revista fem y sus colaboradoras, sus amigas feministas y familiares.
La sala llena de flores siguió el compás de las canciones de su última serenata:
Amor eterno… Que te vaya bonito.
Lucia Rivadeneira dio lectura al siguiente artículo publicado en el número 199 de la revista fem
Cómo ser Esperanza Brito de Martí
Por Marcela Guijosa
1. Ubícate totalmente en el siglo XX. Tienes que nacer en los años treinta, en México, antes de que las mujeres de este país tuvieron derecho al voto. Luego, crece, a lo largo de la centuria, junto con esas mujeres.
2. Consíguete una familia de origen en donde la política y el servicio social sean la vocación principal y el modelo a seguir. Tienes que tener como padre a un señor muy importante, patriarca suave, seguro de su incuestionable autoridad. Tu madre, durante tus primeros años, tendrá que ser una esposa-acompañante perfecta.
3. Tú ve creciendo morena, alta, esbelta, divertida. No sufras jamás.
4. Cuando llegues a la edad de merecer, haz lo que cualquier chica de tu época: cásate. Ten seis hijos. Busca tú también, como tu progenitora, la perfección como ama de casa, como esposa, como madre. Pero al mismo tiempo vete cansando, vete aguerriendo, vete sintiendo incómoda y encerrada. Cuestiónate. Niégate a pasarte la vida entera pelando papas y peinando niñas.
5. En plenos sesentas, decídete y búscate un trabajo fuera de tu casa. Ser columnista de un periódico. Contagia a tu mamá, y váyanse las dos a escribir. Tu padre les dará permiso de trabajar en ese trabajo.
6. Ahora fíjate cómo tu madre se va volviendo feminista. Asústate primero, critícala, dile amargada, piensa que se está volviendo loca. Discute con ella. Tárdate es esta tarea varios años. Óyela. Comienza a hacerle caso y ponte a lees ese libro de Havel: La condición de la mujer. Y entonces, asombrada, cuando lo termines serás otra. Ahora te sientes enfurecida por todas las injusticias cometidas contra todas las mujeres de la historia. Te sientes hermana de todas las mujeres. Quieres hacer algo. Ya eres feminista. Y lo seguirás siendo para toda tu vida.
7. Prepárate, lee muchísimo, escribe muchísimo. Júntate con otras mujeres que piensen como tú. Analiza con ellas las leyes mexicanas, estúdialas, fíjate dónde es necesario cambiarlas. Comienza a dar conferencias.
8. Desde 1972 ponte a fundar grupos de mujeres. No grupos de autoconciencia, donde platiquen de sus problemas personales, porque crees que eso no sirven para nada. Busca que sean grupos de acción política. Al grupo original bautízalo como Movimiento Nacional de Mujeres. Porque tú y tus compañeras aún son algo ingenuas e idealistas.
9. Trabaja muchísimo. Siempre busca la autonomía. Por lo tanto, no aceptes ningún tipo de subsidios. Todavía no se usa que fundaciones extranjeras den financiamiento a los grupos de mujeres. Tú organiza, con otras señoras, funciones de teatro y ventas de obras de arte, para conseguir sostener su grupo. Dedícate a dar conferencias en todos los lugares que puedas: escuelas, universidades, mercados, lavaderos, guarderías. La idea es crear conciencia, entre las mujeres, de su situación y de la necesidad de cambiarla. Habla de poder dentro de la familia, de los juegos y juguetes de niños y niñas, de la violencia, de política.
10. Más o menos en 1976 comienza a hablar del problema del aborto. Tú y tus compañeras organicen la Primera Reunión Nacional. Luchen dentro de la Cámara de Diputados, con documentos, con volantes, con mitotes.
Apréndete bien las consignas: maternidad voluntaria; aborto libre y gratuito; educación sexual desde la primaria; información sobre anticonceptivos desde la secundaria. Y quédate en la lucha durante los próximos 25 años. Será tu bandera personal.
11. No se te olvide, durante todo ese tiempo, y durante toda tu vida, encontrarte y desencontrarte con otras mujeres. Es esencial. Forma alianzas y coaliciones de tu grupo con otros grupos. Ten con ellos acuerdos y desacuerdos. Únete y sepárate. Crea vínculos tanto amistosos como políticos. Sé prudente con tus alianzas con mujeres del PRI-Gobierno. Sacarás muchas ventajas y se fortalecerá el movimiento feminista con algunas de ellas. Con otras no. De todos modos te van a criticar. Muchas radicales te llamaran pequeñoburguesa, priísta, gobiernista. No te preocupes, aguántate. Con el tiempo se verá que eran inevitables esos desacuerdos y rompimientos entre mujeres feministas.
12. En tu madurez, sigue trabajando, incansable. Métete en todo lo que puedas. Vuélvete ajonjolí de los moles que luchan contra la violencia doméstica. Mete tu cuchara para que se logre que el gobierno atienda de una manera humana y responsable a las víctimas de violación y de violencia intrafamiliar. Logra, junto con tus amigas, que cada día haya mayor conciencia de estos delitos. Den talleres de sensibilización a los policías y a los Ministerios Públicos. Fíjense en las abogadas y médicas que se encargan de estos casos: hay que trabajar también en su sensibilización. Sigan insistiendo: no los dejen descansar.
13. No se te vaya a olvidar la revista fem. Dirígela, cárgala, sálvala, remiéndala por más de diez años.
14. Por ahí de tu cumpleaños número sesenta, además, aunque te sientas un poco mal de salud, échale ganas y encárgate de los niños desnutridos de la Cruz Blanca, y aunque seas la Patrono-Presidente, ponte en cuclillas y juega con ellos.
15. Siempre, toda tu vida, sé guapa, elegante, con un aspecto altivo, con tus pequeños ojos oscuros que parecen escudriñar lo más íntimo de las personas. Atemoriza un poco a la gente que te conoce por primera vez. Apantállala. Aparenta ser fría y calculadora. Sé fuerte como una mole. Pero en el fondo, en la intimidad, sé tierna y amorosa y ríete de cuanto chiste baboso te cuenten y baila desparpajada con tus amigas; sé lo más divertida que puedas, nunca sufras demasiado, sigue siendo la madre y la esposa perfecta y, por favorcito, derrítete como merengue cuando estés con tus nietos.
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Murió Esperanza Brito,
Feminista emblemática
Por Sara Lovera
Esta madrugada murió Esperanza Brito de Martí, feminista emblemática, luchadora por los derechos sexuales y reproductivos. Destacada periodista, directora de
Murió a los 75 años. La mitad de su vida la dedicó al feminismo. Encabezó las primeras protestas por la muerte de mujeres por aborto en 1972. Estuvo en las escalinatas de
Es la responsable de que en el monumento a
Hija de buena familia, como se dice, estudiosa, comedida, bailadora, Esperanza decía que lo más importante es tener principios y que esos principios muevan tu vida, tus acciones, sin arrepentirse. Reconocía que fue educada en un ambiente conservador, pero el día que decidió escoger su camino, como mujer, con libertad, contaba: todo cambió en mi vida, tomé mi camino.
Nos deja su alegría, su buen humor, su capacidad y entrega por las causas en las que creía. Nos deja a las feministas una larga historia de lucha, un ejemplo, una vida llena de cariño y amor, con sus dos hijos y sus tres hijas.
Nos deja su ocurrencia y su entereza. Su terquedad porque no despareciera la revista Fem que inauguró Alaíde Foppa. Educó en libertad a sus hijas e hijos. A varias generaciones feministas, a varias generaciones de periodistas feministas que abrevaron en la revista Fem.
Todavía recuerdo las discusiones al interior de
Su carrera periodística cumplió 44 años., escribió en Novedades, , en El Universal, en la revista Simpre, y fue coordinadora editorial de Publicaciones continentales de México, donde se producían Vanidades, Buenhogar y Cosmopolita. Dirigió la revista Fem durante 21 años y dos más en su versión digital
El Movimiento Nacional de Mujeres nació con 24 personas. Sus tareas revisar libros de texto para encontrar señas de contenidos discriminatorios.
Esperanza también impulsó el primer centro de atención a la violencia en el Distrito Federal. Hizo trabajo en las Delegaciones Políticas, con sus compañeras impulsó las primeras agencias de delitos sexuales en el la capital del país, formó parte del Grupo Plural Pro Víctimas.
Cuando cumplió 70 años su casa se llenó de alegría. De hijos e hijas, de nietos y nietas. Adriana vivía con ella hasta el último suspiro. La misma que le preguntó un día “mamá cuando te vas a morir”. Y es que Esperanza tenía una madre que la empujó a dejar la vida materna y hogareña exclusivamente, por eso fue ella , una madre excepcional, dicen todas sus hijas, y se las podía ver amándola. . Por eso a partir de 1996 tomó las riendas de la institución que su madre dirigió
Esa institución sostiene el Centro Infantil de Rehabilitación Nutricional que lleva el nombre de Esperanza Moreno de Brito Foucher.
-------------------------------------------------------------Esperanza en el Foro "Voces Feministas del Distrito Federal"
11 de Abril del 2007
En este artículo Esperanza Brito hace un valioso recuento de la lucha de las mujeres mexicanas por la interrupción del embarazo de manera libre y gratuita.
La Redacción
CIMAC
Hoy, las mujeres siguen en pie
Por Esperanza Brito de Martí *
México DF, 3 abril 07 (CIMAC).- En 1970 nadie quería hablar de aborto, sólo unas cuantas feministas que tenían columnas en periódicos y revistas tocaban el tema. Era de mal gusto tratar un tema tan polémico y, según el criterio imperante, “tan feo”. Pues sí, no es bonito, pero era necesario sacarlo a la luz pública.
Las mismas feministas se debatían entre si iniciar o no la lucha por aborto libre y gratuito, porque sentían que hacerlo podría provocar rechazo hacia el movimiento entre la población que, en su mayoría, se define como católica. No obstante se sabía, por un estudio hecho en el IMSS, que la gran mayoría de las mujeres que habían sido atendidas por abortos inconclusos se confesaban católicas. También arrojó el estudio que eran casadas y madres de tres hijos o más.
Finalmente, después de años de estar picando piedra, en 1976 se desata la polémica sobre aborto. ¿Y quiénes hablan? Entonces, como hoy, hablan los hombres: diputados, funcionarios, políticos, curas, médicos, abogados y, desde luego, los “condenatorios”, que mandaban a las mujeres que abortaban y a las feministas a las profundidades del averno.
Luisa María Leal era entonces secretaria general de Conapo, la instancia encargada de los asuntos demográficos del país. En ese carácter, la Lic. Leal decide llamar a un grupo de intelectuales a debatir el problema del aborto y a presentar sus conclusiones al Presidente Echeverría. Entre los sabios no había una sola mujer feminista.
Alarmadas ante la posibilidad de que el aborto se legalizara sin que se hubiera escuchado la voz del feminismo, las integrantes del Movimiento Nacional de Mujeres, encabezado por Esperanza Brito, Anilú Elías y Carmela Barajas, deciden romper con los temores del pasado y lanzarse a la lucha por Aborto Libre y Gratuito. Se organiza la Primera Jornada Nacional sobre Aborto, a la que fueron convocadas mujeres de todos los estratos sociales y profesionistas de diversas disciplinas.
La jornada fue un éxito. Finalmente se escuchaban las voces de las mujeres, feministas o no. Se llegó a acuerdos y se redactó un documento en el que se demandaba educación sexual desde la primaria, acceso a anticonceptivos desde la pubertad, aborto libre y gratuito, un rechazo contundente al aborto como sistema de control demográfico. El documento era breve pero enjundioso y debía ser presentado a la Cámara de Diputados.
Las integrantes del grupo hubieran deseado que otros grupos feministas suscribieran con ellas el documento. En ese momento no fue posible y lo presentaron a la Cámara solas. El documento en cuestión desapareció de sus vidas para siempre, tal vez olvidado en un cajón, con suerte archivado en espera que alguien lo encuentre y lo lea o quizás en el bote de la basura.
Pero el documento no desapareció sin dejar huella. Al mes siguiente, en octubre de 1976 otro grupo, el Movimiento Feminista Mexicano, liderado por la Doctora en Derecho Mireya Toto Gutiérrez, decide aliarse con el Movimiento Nacional de Mujeres y surge la Coalición de Mujeres Feministas. Empieza entonces la época más activa del feminismo mexicano. Volanteos, marchas, plantones, eventos de concientización, presentaciones en escuelas o con grupos de médicos o de abogados.
En 1977 se lleva a cabo la 2da. Jornada Nacional sobre Aborto, otra vez con éxito. Las mujeres, feministas o no, están ansiosas por dar su opinión en un debate que sigue dominado por la voz masculina. Durante este evento se unen a la Coalición dos grupos más: Colectivo La Revuelta y Colectivo de Mujeres. La Coalición se enriquece y la actividad sigue adelante, siempre encaminada a proyectar la necesidad de despenalizar el aborto.
En algunas presentaciones las feministas eran bien recibidas y lograban establecer empatía con el auditorio. En ocasiones su discurso era violentamente rechazado y no faltaba quien las llamara asesinas. Otros las llamaban prostitutas o lesbianas. Ellas procuraban mantenerse serenas recordando el adagio “El que se enoja, pierde”. No estaban dispuestas a perder.
Los partidos políticos no deseaban manifestarse ante la discusión del aborto, siempre temerosos de que una postura abierta les revirtiera en las urnas. Siempre era más importante ganar las elecciones que proteger la vida de las mujeres No se sabía qué asustaba al PRI si siempre era el partido ganador.
Sí se sabía qué asustaba al PRI, lo asustaba el presidente de la República, José López Portillo, quien con absoluto cinismo había declarado: “Yo no voy a legalizar el aborto” ¿Tú? Tú no puedes legalizar ni penalizar nada. ¿Que no sabes que hay un Poder Legislativo que es el encargado de emitir leyes y por eso nos dirigimos a ellos? No, pues no sabía. El sólo sabía que el era el mandamás.
Las feministas estaban en desventaja. De acuerdo con la legislación mexicana, un anteproyecto de ley sólo puede ser presentado a la Cámara de Diputados por el Poder Ejecutivo o por dos legisladores. El Poder Ejecutivo con López Portillo a la cabeza, sin duda no iba a presentar un proyecto de ley que legalizara el aborto, los diputados del PRI tampoco, la oposición representada por el PAN, menos. Había que seguir con la misma estrategia: crear conciencia entre la población para que se unieran a la lucha y así poder presionar a las autoridades.
Las marchas y los plantones eran importantes en ese sentido porque le daba oportunidad a la población de ver a los grupos feministas manifestarse. Así pues se organiza una marcha luctuosa para recordar a las madres muertas en aborto clandestino. Al frente de la columna dos mujeres jóvenes llevaban una corona de muerto elaborada por Lilia Mayer. La corona llevaba todo lo que las mujeres utilizan para provocarse un aborto: agujas de tejer, un gancho de ropa desdoblado, pastillas de permanganato y demás instrumentos, muchos de ellos mortales. Se depositó la corona en el monumento a la madre. Esta marcha se llevaría a cabo cada año el 10 de mayo y el contingente sería cada vez más nutrido, pues se adhirieron mujeres sindicalistas, intelectuales, de partidos y de grupos afines.
En 1979 se anuncian las reformas políticas que ampliaban el concepto de pluripartidismo y que daban a los partidos de izquierda la oportunidad de obtener el registro y tener representación en el Poder Legislativo. El Partido Comunista se alía con otros grupos y forman la Coalición de Izquierda en preparación para la contienda electoral. Como parte de su plataforma política asume las demandas de las mujeres, entre ellas aborto libre y gratuito. Cambian las perspectivas, los diputados de la Coalición de Izquierda pueden presentar el anteproyecto de ley Maternidad Voluntaria.
Movimiento Nacional de Mujeres propone a la Coalición de Mujeres Feministas una alianza con el Partido Comunista a fin de que sus diputados la representen en la Cámara. La propuesta es aceptada y se inician las negociaciones. Después de varias muy civilizadas sesiones de discusión, llegamos al acuerdo de entregar el anteproyecto de ley Maternidad Voluntaria a la diputación de la Coalición de Izquierda para que ellos la sometieran y promovieran en la Cámara de Diputados. La idea era que la despenalización del aborto se discutiera a nivel nacional, a través de la discusión en la Cámara de Diputados.
No sucedió así. El anteproyecto de Ley Maternidad Voluntaria, entregado al grupo parlamentario de la Coalición de Izquierda, por medio de su diputado Rincón Gallardo, sufrió el mismo fin que los entregados en años anteriores a los representantes del PRI: duerme el sueño de los justos en algún cajón o quizás está en un archivo esperando a alguna historiadora interesada o fue a dar al bote de la basura. ¿Quién puede saber?
El desencanto fue grande, los aliados no dieron la batalla que se esperaba. Y, sin embargo, se siguió luchando. Los aliados nunca se desdijeron de su postura original. Sólo Pablo Gómez quien, en una reunión con Esperanza Brito, Mireya Toto y Mercedes Terán dijo que lo importante no era que se aprobara la ley, ni siquiera que se discutiera en el Congreso, que lo importante era que el Partido Comunista fuera el primero en presentar una iniciativa de despenalización del aborto.
Los aliados se apropiaron del trabajo de las mujeres. El anteproyecto fue obra de muchas que juntaron su esfuerzo para elaborar una ley congruente que beneficiara a las mujeres en general. Los aliados no aclararon cuando la prensa les dio el derecho de autoría. Así, una vez más las mujeres eran borradas de la historia, no eran ellas quienes habían luchado por el derecho al aborto ni quienes habían elaborado un anteproyecto de ley, eran ellos, los hombres, quienes les concedían graciosamente un derecho que ellas ni siquiera sabían necesitar. No se vale.
Hoy, las mujeres están en pie de lucha y se escuchan sus voces. Se necesitan más voces de mujeres para que no se escuchen tanto las voces masculinas, sobre todo de la jerarquía eclesiástica y de los provida del feto pero no de las mujeres. Las mujeres se pueden morir, ¿a quién le importa la vida de una mujer? A las demás mujeres, a las mujeres feministas.
* Feminista mexicana y editora desde 1987 de la Revista Fem.
(fuente http://www.cimacnoticias.com)